Psicología, mindfulness y espiritualidad
enero 9, 2023

Para poder soltar a los hijos se sana primero a Mamá.

Hace poco tiempo conocí a una persona muy especial. En realidad la conocía hace mucho pero finalmente nos encontramos personalmente. Había aprendido mucho de ella durante el último año. Me habló sobre su vida, las mujeres de su familia y los patrones de los cuales quería desprenderse. Me abrió la mente y recordé mi propia historia, ahora con el plus de entenderla desde otra perspectiva.

Después de muchos años de golpearme contra las paredes sin entender qué hacía yo en este mundo, surgió en mi la consideración de que debía existir una forma diferente, una manera de transitar este mundo con paz. Mis hijos, mis grandes maestros, vinieron a darme mil lecciones… la demanda, la exigencia, el cansancio, nunca es suficiente, la crítica, el juicio me devastaban. Cuando en un dibujo resalté con flechas la dirección del juicio y me coloqué yo en posición de hija, la flecha hacia mi mamá apareció sin yo trazarla. La soberbia me cegó, yo también hice lo mismo y mis maestros vienen a mostrarme. Todas las condenas que hacemos a nuestros padres irremediablemente se manifiestan posteriormente, son culpas calladas que no supimos perdonar. Nuestros padres tienen una historia en la que ambos aceptan y participan de forma activa. Si nos gusta o no, no nos pertenece, no es nuestra historia y eso es algo que hay que aceptar. Nosotros, en calidad de hijos, somos los pequeños y si queremos hacerlo diferente podemos hacerlo pero no desde la soberbia de querer hacerlo mejor, sino desde el amor y la comprensión de que nosotros, en su lugar, en su historia, en su mente, habríamos hecho exactamente lo mismo. Tomamos de nuestros padres todo lo que pudieron darnos, con todo lo que les costó y bajamos la cabeza pidiendo la bendición para poder hacerlo diferente. Gracias hijos por mostrarme donde estaban mis culpas, gracias mamá y papá por su bendición.

Y a ti, hermana de la vida que prefiero no mencionar tu nombre, por venir a Bogotá a mostrarme que son ciertos estos caminos que he descubierto para sanar.

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